Exhortación de Fe

No la obra de Dios es la que se frustra, sino las obras de los Hombres.

No es Cristo quién cae al fallar en la fe: es quién cae de su coherencia de fe aquel-aquella que se aleja de Cristo y reniega de  su enseñanza y herencia.

 No hay error o negligencia humana que pueda confundirse con pecado: porque el yerro en el humano es parte de su imperfección, pero el pecado es la voluntad de quebrar la fe desde adentro y encubrir la bazofia interna con mantos de hipocresía y engaños.

Arde el templo de piedra y madera: y lo material que se destruye puede ser reconstruido por el Hombre. Sin embargo, al incinerarse la verdad y la coherencia que destruye la fe- y confunde a los rediles por causa de sus perversos pastores-: ¿cómo hará el-la inocente para salvar su fe y desechar al (lo) malévolo?

Ha llegado la hora de asumir la fe en Cristo en propia persona, bajo responsabilidad personal, y comprometerse con la coherencia y la verdad venciéndose incluso a sí mismo.

Ya no más la fe de redil que obedece a otros Hombres: ahora es el tiempo clave para ascender a la fe comprometida con la propia congruencia y la verdad puesta en acción de vida.

Es la hora de la liberación de todo amarre formal, político y mundano de las religiones, y optar por la religiosidad de la Coherencia de Fe; y elegir vivir en concordancia y congruencia con la doctrina que se proclama. O somos aquello que es nuestra fey somos exactos según declaramos en nuestra fe–  o no somos dignos de decirnos cristianos, Cristicos, seguidores de CristoJesús o parte de  la honesta cristiandad que se construye en Cristo.

Han caído las denominaciones; ya nada significa declararse católico, ortodoxo, cristiano-bíblico o descender a particulares formas de entender la propia iglesia.

El Tiempo de Tribulación por el cual transitamos está desnudando verdades ocultas; y secretos antes nunca sabidos y menos imaginables han mostrado su descarnada realidad; las naciones están desorientadas y los vulgares gobiernan con sus antiguos cánticos de discriminación e injusticia en el vano nombre de la justicia y de  revoluciones que nunca traerán lo nuevo sino lo oscuro de lo más rancio del pasado.

Y el Hombre en su individualismo y egoísmo ya no postula a la comunidad en su sentido más colectivo y solidario, sino que ha tomado la peligrosa vía descendente de la violencia, la confrontación, las guerras y la separación sectaria con su nefasta mentalidad tribal y cavernaria.

En esta hora crucial el planeta avisa su propio dolor y enfermedad, y se alzan voces anunciando que de seguir por la senda autodestructiva al final toda la humanidad será afectada, dañada y posiblemente diezmada. Pese a la evidencia hay quienes desde el poder y la ambición siguen su obra de saturación e intoxicación global.

¿De qué sirve la fe si el Hombre no se compadece de su propia casa? ¿Qué Ser de inteligencia media y sensibilidad minina destrozaría su propio hogar para saciar su enfermizo  ego y codicia? ¿cómo entender la fe mezclada con la indiferencia ante los males que destruyen nuestro propio entorno?

La fe hoy llama a ser vivida en relación con la Vida: y luchar sin medios términos por (para) conservar la vida, y dar a ésta la connotación de paz y de espiritualidad que realmente posee.

Mucho dinero se reúne en horas y en pocos días ante el icono incinerado en una capital central de Europa: una catedral en llamas debiera llamar a reflexión sobre los pecados de las iglesias. Sin embargo, ante la pobreza de millones, de la infancia rota por la guerra y la emigración forzada, no hay fondos que reparen tal azote, ni hay potentados  raspando sus ollas de oro para entregarlos a una justa causa: porque en ésta no hay bulla publicitaria que les resalte cuan magnos filántropos del mundo; ante la miseria de millones de seres vulnerables no hay urgencia, no hay emergencia, no hay sentido común de simple humanidad. Si fundiéramos las riquezas de los palacios y catedrales, y juntáramos el diez por ciento de toda la riqueza extrema en el planeta, y redujésemos la industria de la guerra para invertir en ciencia de paz: tendríamos más que suficiente para eliminar el hambre, dar techo a los refugiados, normalizar la emigración, y dar salud y medicina a quienes la necesitan… y sobraría.

Cristo nos llama a la verdad: y nadie que ponga su fe en Cristo puede negar la evidencia y la realidad.

Cristo nos llama a cuidar la infancia y no hacer mal a los niños y niñas – ‘porque a mí lo hacen’ (dice Cristo)– y cualquier nivel de degradación, de abuso, de maldad y daño a la inocencia es una afrenta a Dios, una abierta negación de Cristo, y una burda y abierta traición a la fe. Nadie que abuse de la puericia y candor de un ser humano en la plenitud de su inocencia puede ser asumido como ‘persona de fe en Dios, en Cristo, y en lo Bueno’: porque el (la)pervertido(a) es un (a) hijo(a) del mal, un ser de maldad, una persona cuya fe está puesta en los infiernos y el pecado.  Y sobre este aspecto vital nadie puede equivocarse: no hay error en el crimen cometido hacia la santidad de la niñez: hay voluntad de hacer mal, hay bajo instinto movido por un alma tenebrosa, hay decisión de negar a Dios y a Cristo en su propio nombre… ¡blasfemia!

La Tribulación seguirá su inexorable marcha: el combate entre Bien y Mal se encuentra en su momento histórico más agudo y frontal. Los (las) tibios(as) y relativos(as) serán usados y utilizados por el Mal, y vomitados por Dios.

Ya no es hora de titubeos y parcialidades sectarias y utilitarias: hoy es el día en que los seres humanos tomamos partido. Estar con el Bien significa luchar por el Bien Común, la Justicia y la Paz, el progreso y la solidaridad…incluso sacrificando lo propio.

Nunca el Bien –en sentido espiritual– ha significado ‘sólo mi propio bienestar’. Siempre el Bien- para lo espiritual y desde la fe – ha sido el Bienestar de todo Ser Humano sin distinciones y sin discriminaciones.

El Bien rechaza y se aleja de toda violencia y de cualquier manifestación de intolerancia y sentido nefasto de posesión (de una persona sobre otra persona). El Bien se opondrá siempre a todo nivel de esclavitud, sujeción y carencia de libertad. El Bien no acepta la injusticia, la expoliación, y la explotación de seres humanos. El Bien cree en el dialogo, en la unidad en la diversidad, en la convivencia de los contrarios y en la unidad en base a causas comunes.

El Bien se rebela ante la pobreza material y se esmera por sacar de la pobreza espiritual a quienes vagan por el oscurantismo. El Bien siempre abrirá el Saber, la información y la educación a todos por igual pues considera que la Libertad está en la posibilidad de Optar: y nadie opta en la ignorancia.

El Bien es cuna y tierra fértil para la salvaguarda del planeta y la armonía en y con la naturaleza.

Las personas de fe somos seres de Bien; y la fe puesta en firme terreno del Bien exige coherencia, congruencia, verdad y transparencia.

Caída la falacia eclesiástica del sistema mundano: tenemos nuestra fe sin tapujos ante nuestro Dios, con el fin de que sea Dios nuestro Juez.

Quemados los símbolos del pasado y superados los poderes de la mentira y de la hipocresía: ahora somos libres de dependencias embaucadoras, y debemos hacernos responsables de nuestra fe: ahora es el momento de los compromisos de fe para poner por obra la verdad que nos vive.

Los Cristicos hemos vivenciado este proceso de liberación desde hace 28 años. Y sabemos que no es fácil vencer las costumbres religiosas que ensucian y enturbian la fe y no  permiten la coherencia que Cristo nos impele desde su Palabra y Enseñanza.

Hemos batallado y no siempre hemos sido victoriosos. Sin embargo, hemos persistido y no hemos dejado de combatir en la fe. Y desde nuestra experiencia básica- y con la humildad que Cristo mandata a Los (Las) – Suyos y Suyas – ponemos al servicio de toda persona cuya fe ha sido depositada en Cristo, (cualquiera sea su denominación u origen eclesiástico, o nunca haya pertenecido a religión alguna), y que necesite la RESTAURACION ESPIRITUAL de la FE EN CRISTO: las jornadas de discernimiento de Fe para Restaurar Espiritualmente nuestra Relación con el Cristo Vivo.

Proponemos:  RETIROS de dos días (14 horas efectivas) /por ejemplo: entrada sábado antes de mediodía- salida domingo después de mediodía (tipo 14-15 hrs.)/ O Jornadas en Retiro de 8 horas: todo con el propósito de compartir ORACION y MEDITACIÓN Cristicas, y recibir con amplitud de mente y buena disponibilidad de corazón la Doctrina del Plan de Salvación que nos abre nuevas avenidas para nuestra fe en el Cristo Vivo.

OFRECEMOS: reuniones y conferencias explicativas para concordar la asistencia programada a los Retiros.

¿Qué pedimos?: que las personas interesadas asistan con disposición de paz, con apertura de mente y buen corazón. Que sean personas con fe definida en Cristo. Que abandonen sus banderas eclesiásticas al momento de asistir (pudiendo recogerla después si así lo quieren, o no hacerlo si así lo deciden, y/o pasar por la propia cavilación y discernimiento libre, personal y espiritual todo cuanto escuchado y vivido) y se dispongan a  participar con Espíritu y con Espiritualidad.

¿Qué queremos?: compartir una vivencia de años que creemos será realmente luminosa para quienes buscan reforzar su lazo de fe con el Cristo Vivo.

¿Quiénes somos? Una Entidad Cristica, carismática, evangelista y con mirada universal que trabaja en Chile desde 1991. Inscrita en el registro legal (desde el 2001) con Personalidad Jurídica Rol n° 00068. Con sacerdocio debidamente reglamentado. Promotores desde el año 2012 del ‘Movimiento de Fe Cristico’ en cuyos Círculos son abiertos a toda persona de fe en Cristo. Con acción Misionera Territorial en  San Fernando; Santiago y zona Metropolitana; Aconcagua; La Serena-Coquimbo; Copiapó-Tierra Amarilla; Iquique; Arica; La Paz (Bolivia); con Acción de Socorro (Hermandad de socorredores y socorredoras) en Santiago, Valparaíso, La Serena-Coquimbo, e Iquique

Interesados-as: asistan a las reuniones y conferencias informativas previas.

Para información y para descarga ‘Manifiesto La Revolución de la Fe’ en: www.elgranfundamento.org

Por este portal se accede a ‘revista oficial del sacerdocio’ y diversos blogs del sacerdocio.

Para reuniones informativas dirigidas (grupos ya constituidos) o solicitar encuentros previos: Correo restauraciondelafeencristo@gmail.com

En, Con y Por Cristo, Dios Salvador

Sacerdocio bajo la Ley de Cristo

(Entidad Carisma, obra sacerdotal para consagración del creyente)

El Mejor “Almacén” en Tiempos de Tribulación

La mayor prueba que el Hombre tiene en tiempos de suscitación es prueba para sí mismo, probarse en su calidad de Fe. La fe no es creer, la fe es un Centro Vital, una energía superior que mueve aquello que no es posible comprender o hacer solo con la razón o la emoción.
Si somos Seres de Fe en un Dios Vivo, Cristo Jesús, y esa es nuestra roca en donde construimos toda nuestra existencia porque nos asumimos como seres espirituales cuan fuente superior; entonces todo remecimiento del cosmos, de la naturaleza, de nuestra existencia terrenal como la enfermedad, la vejez y la muerte, no podrá hundir nuestra casa. Eso es la Fe Viva.
Si somos seres de Fe Viva todo acontecer será una oportunidad para ir a nuestro centro vital, nuestro espíritu, y desde allí reflexionar preguntándonos el para qué y no el por qué; qué debo tener presente y cambiar, dónde he puesto mi Ser, qué está pasando más allá de lo particular. Profundizando la reflexión sobre el correcto modo de conducirnos en esta vida, reordenando las prioridades de acuerdo a un deber: “la trascendencia”, pasando por poner orden en cada aspecto de la vida. Esta reflexión será una oportunidad para plasmar lo finito de esta existencia y su rol e inducir la toma de conciencia para liberar a nuestro Espíritu a objeto que se cumpla su divina tarea de Gobernar al Ser y reconducirlo al Padre por medio de Cristo.

Oraremos en recogimiento para fortalecer la Fe, la Confianza y en paz abrirnos en inocencia (sin intención), pidiendo con Humildad que el Espíritu Santo nos ilumine para escuchar su Voz que todo lo sabe.

Quien tenga Fe Viva tendrá este encuentro permanentemente como una necesidad de fortalecer su Espíritu. Así, tendremos una fuente de alimento perenne: la Sabiduría, la Paz y la Verdad para enfrentar toda suscitación, dificultad o decisión, sea que provenga de lo externo o de aquella conmoción que ocurre a todo Hombre en lo más íntimo y silencioso. He ahí el verdadero “almacén”, al cual nunca tendrá acceso el ser de maldad, el saqueador, sino solo quien tiene una visión y una necesidad espiritual.

Debemos estar atentos para no caer en la trampa de estar “muy ocupados” o agitados con el vaivén del mundo que va creando el enfermizo apego a la materia, a las relaciones, a las dependencias emocionales y que exige y distrae hasta acallar la Voz Interior y apagar la Luz del Espíritu, expulsando a Cristo cuan Dios Vivo de nuestra existencia y relegándolo a un plano secundario y a quien recurro sólo cuando se vive el agobio. ¿Es eso fidelidad a Dios?. Nunca sea la fe un acto formal, y sin conciencia… eso no es Fe verdadera, es creencia o esperanza que nada mueve y nada sostiene.

Acudamos siempre a nuestro Centro Vital; Cristo mora allí en nuestro Espíritu, Él es la roca que nos da la mayor seguridad para cimentar lo que somos en Verdad. Después de terremotos, tsunamis, tempestades, enfermedades, pérdidas…etc., siempre vendrá la luz y la paz que ilumina y reconforta al que no olvida y construye su casa en la roca, Cristo Dios, Chen, Lo Suscitativo, La Conmoción, El Trueno, como le llamaron los ancestros orientales.Cristo y los chinos

A nuestros amigos y amigas, familia y compañeros de labor compartimos esta reflexión junto con algunos pasos prácticos para tener presente en tiempos de aflicción y tribulación.

Pasos prácticos a seguir en estos tiempos de excepción: 
1. Mantener la calma
2. Velar por la seguridad de los nuestros: Ante terremotos, ubicarse en lugar seguro, tener claridad de vías de evacuación, estar organizado con otros (familia, vecinos) para transporte y traslado en caso de ser necesario ir a un lugar seguro.
3. Tener a mano una mochila con cosas básicas: linterna, pilas, agua, papel higiénico, libreta con teléfonos, dinero en efectivo, dulces, medicamentos, llaves de casa y auto.
4. Tener una cápsula de emergencia (mercadería no perecible) para unos días, en un lugar al que se pueda acceder con facilidad al momento de la salida.
5. Mantener las comunicaciones habilitadas (celulares cargados y con minutos).
6. Mantener una visión serena y clara (visión espiritual)
7. Después de tener lo básico asegurado, disponerse a la solidaridad, ayudando a la organización de la gente para que prevalezca la cooperación y la buena voluntad.

Fortalecidos en la Fe, conscientes que vivimos tiempos de tribulación y que nada es casual y todo obedece a un Plan Superior para que el Hombre alcance plena conciencia de lo que Es, un Ser Espiritual, cuyo propósito debe ser la trascendencia bajo la guía de Cristo, el Verbo de Dios Padre.

Sin Deudas ni Deudores

“Por tanto, si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces vuelve y presenta tu ofrenda.”

Mateo 5, 23-24 (de las ‘Bienaventuranzas’)

“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores, y no nos dejes caer en tentación y líbranos del Mal.”

Mateo 6, 12-13 (de Oración ‘Padre Nuestro’)

reflexiónSin duda existen episodios en nuestra vida que nos dejan atados a situaciones que no nos permiten caminar libremente, o avanzar sin sentirse dependiente de personas o hechos que nos han producido gran dolor. Una falta grave, un daño imborrable o irreparable, un hecho muy violento, una herida muy profunda… que sin duda no puede ser borrada con el sólo paso del tiempo, o con la lejanía de los hechos y sus protagonistas, o con el intentar no recordarlo más.  Caminamos por la vida con esta cruz amarrada a nuestras espaldas sin saber cómo liberarnos; y basta un simple hecho o recuerdo para que sea gatillado en nosotros el recuerdo de ese episodio doloroso que aún está latente en nuestra memoria y en nuestro corazón… y que hoy se manifiesta tan vigente como el día en que ocurrió.

¿Qué podemos hacer entonces para liberarnos de esto?: ¿acaso dejarnos llevar por lo que sentimos en nuestro corazón o por lo que nuestros instintos nos dictan, o quizás los soportamos hasta el final de nuestra vida en donde creemos que todo será borrado? ¿O confiamos en Cristo, Quien nos entrega el portento del Arrepentimiento y Perdón para liberarnos de verdad y definitivamente de tales Deudas y Deudores?

Optar por lo primero implica permanecer justamente allí donde el Mal quiere que estemos, porque es justamente el Demonio quien nos tienta a justificar todo acto de venganza o de propia culpa que creamos justo, pero igual sin olvido y en el fango del dolor; y esto puede tener consecuencias graves en nuestra existencia,  sobre todo  si es inducido por un corazón que está rebosante de rabia, dolor, resentimiento, ira, pasión…, pues estaremos actuando en el sentido diametralmente opuesto al que nos entrega y enseña Cristo.

perdón ante CristoPara nuestro Dios Liberador, el Cristo, el Perdón es un acto de gran Justicia y una purificación absoluta ante Él. Entonces, primero debemos reconocer que si los errores o aberraciones que hemos cometido son por inocencia o por negligencia. Un error por ‘inocencia’ es cuando no hay intención, cuando se comete aberración sin consciencia del mal, cuando se quería de corazón justamente lo contrario, hacer un bien. En cambio, un error por ‘negligencia’ es cuando existe la intención de causar un efecto determinado que a la larga ocasiona daño, incluso a sí mismo o cuando se tiene consciencia (y previo pensamiento) de que la acción es errónea. Para esto se debe realizar una reflexión retrospectiva, profunda y crítica, honesta y objetiva, de los hechos. Si identificamos ‘negligencia’ nuestra en ciertos hechos, debemos presentar ante Cristo nuestro Arrepentimiento profundo, en donde éste será verdadero si identificamos las Causas que motivaron nuestra errada acción, y sólo así nos liberaremos de nuestras Culpas. Si hubo ‘inocencia’ en otros hechos, basta pedir Perdón a quienes dañamos, o si no fuese posible, de todas maneras pedir perdón a Cristo con el compromiso siempre de nunca más cometer nuevamente los mismos errores. Para el caso en que hayamos sido víctimas de errores o aberraciones de otra(s) persona(s) sobre nosotros, con igual honestidad veremos si estamos dispuestos a perdonar, porque si eso no fuese posible al sentirnos profundamente dolidos o dañados, lo declararemos ante Cristo y entregaremos en Sus Manos el asunto, confiando en Su Justicia, y comprometiéndonos de igual forma a no volver más sobre el asunto.

Entonces, si todo se hace con total honestidad, alcanzaremos la verdadera Liberación que Cristo nos entrega, dejándonos Él definitivamente sin Deudas ni Deudores, es decir, Purificados. Y es justamente esto lo que Cristo quiere enseñarnos en la Oración dirigida al Padre, pues todo debe ser y entregarse en consciencia y por propia opción. Que no caigamos en la tentación de querer zanjar nuestros asuntos sin presentarlos ante Cristo, porque en el paso por la muerte sí o sí estos serán tomados en cuenta; pero si ya nos Liberamos… ya no serán considerados.

cadenas cortadas

El Sacerdocio de Cristo ofrece su Asistencia Espiritual para ayudarles y guiarles hacia esta Liberación ante nuestro Dios. Porque sabemos que las Culpas, el Dolor, los Resentimientos, las Iras, las Amarguras, etc., aún permanecen en muchas personas, pero que lamentablemente aún no logran romper estas ‘cadenas’ que los mantienen encarcelados. Estamos conscientes también que Dios se ha acercado en estos Tiempos a todos quienes han clamado Su Consuelo, y tienen la Buena Voluntad de ser fortalecidos en su fe. Reunámonos entonces en torno a la Oración, a la Meditación y la reflexión Espiritual de los Evangelios para acercarnos a Cristo… y no olvidemos que gracias al Arrepentimiento y el Perdón podremos presentarnos más purificados ante Él en Oración, y presentarle nuestras ofrendas. ¡Contáctenos!

SALUDOS DESDE ARICA

En marzo 18 de 2014 nace en Chile el Movimiento de Fe Crístico o Movimiento de Fe Carismático Evangelista, bajo la guía espiritual del Sacerdocio Bajo la Ley de Cristo. Actualmente en 2017 el Movimiento de Fe Crístico se encuentra activo y expandiéndose en Rancagua -Buin-Puente Alto- La Florida- Nuñoa-La Reina-Providencia-Las Condes- Estación Central- Santiago Centro (sector Plaza Bogotá)- Renca, Provincia del Aconcagua, Coquimbo, Vicuña, Tierra Amarilla-Vallenar, La Serena, Copiapó, Iquique, Arica, La Paz (Bolivia).

El objetivo con el cual nace y se fomenta el Movimiento, es investir la fe del creyente, es decir: poner a quienes se declaran seres de Fe en Dios Padre, en Cristo y en el Espíritu Santo frente a la coherencia con esta declaración, lo cual significa poner la Fe que se declara en acción, en Obra espiritual, en siembra, para que el día venidero permita recoger frutos que sin pretensiones de alzar una nueva religión, reúna a muchos creyentes de Fe verdadera en un Movimiento mundial que actúe con Poder de Oración, en profunda y real relación con Cristo como guía y conductor.

 

Hoy, a tres años del nacimiento de nuestro Movimiento de Fe Crístico, hemos avanzado desde la conformación de los primeros Círculos de creyentes unidos por su Fe hacia formas más activas de acción espiritual concreta, y según el Tiempo, que vertiginosamente avanza turbulento, Cristo nos encomienda dar un salto de calidad espiritual que nos ponga a la cabeza de quienes buscan respuestas concretas y demandan guía espiritual.

 

Hoy nos empeñamos en enseñar a quienes se sienten llamados a la coherencia espiritual, el sentido real de la Fe como condición esencial hacia la trascendencia; pero para entender este Sentido debemos dar cuerpo a la Fe, debemos aprender a transformarla en arma para combatir los efectos de la Tribulación que nos circunda. Hoy es tiempo de potenciar esta arma de combate y convertirla en Poder para transformarnos en guerreros espirituales activos para superar esta “realidad”, elevándonos y enseñando a muchos este Camino.

 

Existe un principio espiritual y moral en la Fe: ‘La Pertenencia’. La Fe se nos da y es nuestra responsabilidad fortalecerla, engrandecerla y potenciarla. La Fe es NUESTRO COMPROMISO y por sobre todo debe ser nuestra COHERENCIA de VIDA. Pero esta Fe nuestra es depositada en algo o alguien Superior que NO es de este Mundo: es ESPIRITUAL y es DIVINO. Y la Fe es el vaso comunicante entre Lo Divino y mi calidad de Persona Humana. Debo entonces identificar con altura y definición MI LAZO de PERTENENCIA con aquella Fuerza Espiritual, con la cual me uniré mediante mi Fe y mi Coherencia de Vida.

 

Ante LA TRIBULACIÓN y la maldad, estamos llamados a ser AGENTES del CAMBIO. La Fe es Poder si elijes y optas por Pertenecer a Cristo y seguirlo cual Dios y Gobernante. Y eso requiere saber usar las herramientas y armas que Él nos ha heredado, lo que nos obliga a ser personas COHERENTES con nuestra Fe y LEALES a Cristo en todo. Y si Tú eres un Agente del Cambio, un Combatiente Crístico, un Guerrero o una Guerrera EN Cristo… puedes reunir a otras personas de Fe que buscan salir del torbellino de este Mundo y conformar así Núcleos de Combate Crísticos, que con su FE VIVA moverán las montañas y avisarán a todo Ser en búsqueda de respuestas que NO ESTAMOS VENCIDOS;  y que la FE de la CERTEZA y la COHERENCIA de VIDA de quienes asumimos este reto y desafío trascendente, es la representación tangible y poderosa del Nuevo Sacerdocio del Cristo Vivo.

 

Así crece y se expande el Movimiento de Fe Crístico del cual te invitamos a ser parte activa. Así se conforman los Núcleos que hoy reciben enseñanza en la Oración de Fe que mueve montañas, las propias y las del Mundo. Así se forja el Nuevo Tiempo que preparamos para recibir a nuestro Dios, el Cristo, que ya se acerca para transformarlo todo y elevarnos a la Casa de Nuestro Padre que es el fin único de nuestra trascendencia.

Llamado a vivir la Fe del pueblo de Iquique

Cuando asumimos la Fe no como postura externa, ocasional o institucional; sino que la vivimos desde nuestro interior, dejando que se manifieste y fluya. Cuando junto con esto nos unimos a Cristo cuan referente real, con voz y voluntad en toda su potestad divina, y aprendemos desde esta plataforma a entablar un dialogo honesto y permanente con Él; entonces podemos decir que hemos entrado en un Camino espiritual ascendente desde el cual comenzamos a vivir la transmutación y algunos Estados de Gracia que no siempre comprendemos, o de los cuales  nos hacemos conscientes de inmediato. Pero sin duda será un paso vital en el camino de la Fe y un salto de calidad que nos pone frente al umbral de nuestra verdad interior, o dicho de otro modo: “la Voluntad de Dios en nosotros”

Vital es conocer y compenetrar en la meditación, la oración y el propio espíritu la Virtud de la Humildad reflejada en la mansedumbre no como postura, sino como fluir natural del espíritu que habita en nosotros y que somos. Sólo de esta manera la obediencia no cuesta y nos vuelve contentos de aceptarla, y el seguimiento a esta inducción se torna feliz y responsable por cuidarlo y mantenerlo. Y el Camino que es propio y personal, no se aparta de la huella de nuestro guía el Cristo y  nos hacemos parte de un solo sendero de Paz en el que confluye el caminar de muchos más que siguen esta misma huella.

Pero hay una condición ineludible y vital para que este camino espiritual no se convierta en dogma, ni en imposición intelectual o religiosa: El Discernimiento, que podría definirse como la conciencia superior, espiritual y vivencial del Camino que Cristo nos propone, que no es un andar en la ignorancia, ni obediencia ciega; pues si somos semejantes a nuestro Dios creador que es Espíritu, entonces nos asemejamos a esa inteligencia espiritual suprema y como tal podemos discernir y optar, y en el discernimiento hay comprensión, certeza y conciencia. Entonces Fe no es sometimiento e ignorancia ciega.

Ahora, si este grado de conciencia lo trasladamos a la vivencia de la Fe que declaramos y esta se convierte en acción coherente con lo que Cristo nos ha dejado como enseñanza y camino; y si no sólo declaramos las Bienaventuranzas de Sermón del Monte, sino que las practicamos y aplicamos en nuestras relaciones y en todo ámbito de nuestra vida. Si aprendemos a aplicar primero en nosotros y luego con los demás las claves del arrepentimiento y el perdón; si nos miramos y revisamos nuestro actuar con honestidad cada día y dejamos de juzgar al otro. Si en definitiva aprendemos a ser coherentes con la creencia que declaramos en Cristo y en nuestro Padre Creador  estaremos dando un salto de Fe que nos hará desprendernos de cosas añejas, muertas y pesadas que hemos arrastrado por años, que hemos tolerado y hasta atesorado creyendo que eran naturales, humanas y comprensibles cuando en verdad eran un yugo que nos encarcelaba. Por eso la Fe es liberadora si se vive y practica en coherencia y sólo de este modo es verdadera y sólo bajo esta condición es transformadora.

Esta es la Fe que podemos despertar en ti creyente que nos lees en esta página, o que nos escuchas en las plazas, calles y parques de Chile y Bolivia donde actualmente se levanta y crece el Movimiento de Fe Carismático Evangelista. Esta es la Fe real que mueve las pesadas montañas incrustadas en nuestra mente y alma, y que puede mover las externas visibles o no. Esta Fe es la que en estos Tiempos de Tribulación donde todo lo que parecía seguro y real hoy se tambalea, corrompe y destruye, nos sostendrá y nos abrirá puertas y condiciones para construir en medio del caos y la corrupción. Es la Fe en Cristo y con Él desde tu propio espíritu.

Si buscas una relación real, personal y vivencial con el Cristo que venció a la muerte y Vive, si crees en el Poder de la Oración y quieres aprender las claves para accionarlo en ti; si crees que la meditación te ayudará a alcanzar un Estado de Paz verdadera para conocer y dejarte guiar por el espíritu que en verdad eres y palpita en tu interior; si crees y buscas esta Fe como necesitas el aire que respiras, entonces llámanos y anímate a Vivir, a construir, y a conocer al Cristo que conocemos y cuyo sendero compartimos, humildemente para que muchos más también lo hagan.