La realidad del Tiempo de Tribulación
(resumen de cómo hablan los oráculos en esta hora de pandemia)
1.- Desde la Dispensación abierta para entender y asumir este tránsito de Tribulación hacia los Tiempos del Cambio que será un Salto definitivo para esta creación humana, tenemos el deber de compartir-con todo quién se asume en el Camino Espiritual- esta mirada de la realidad que nos circunda con sus hechos presentes, que nos inquietan y ocupan.
Muchos hechos se suceden desde hace años, pero contemos solamente los acontecimientos y cambios que se han producido y hemos verificado en este comienzo de siglo. Obviamente nada viene de improviso: siempre hay Causas que provocan los Efectos que hoy vemos y vivimos. Por ejemplo: la crisis climática no surge de la nada, y en general la humanidad, los gobiernos, las clases políticas y los poderes de este mundo, y la gente que se ha querido informar, podían saber, y sabían, que desde el año 2019 entrábamos en un declino irreversible que pudimos evitar y simplemente no se quiso o no se pudo por presión y prevalencia del Mercado y los intereses de los dueños de este Mundo, y la indiferencia de muchos y muchas.
No es el planeta el que se halla en crisis: somos los Hombres la plaga que ha dañado el orden del sistema natural de nuestra casa global.
Según la NASA el planeta hoy, gracias al corona virus y las cuarentenas en el mundo, goza de unos momentos excepcionales por falta de contaminantes y reducción del envenenamiento ‘normal’ que conlleva la actividad humana.
Los oráculos nos hablan claros: los males del egoísmo, del exceso individualista, del despilfarro y el mercantilismo desenfrenado, del arribismo y la soberbia; de la violencia que implica el abuso, la explotación y expoliación mediante la esclavitud humana; la obcecación por la guerra, la perversidad en el uso de la ciencia para degradación del Hombre y no para su Dignificación…y todo aquello que como cainitas violentos seguimos siendo en nuestra forma de concebir la vida… es nuestra propia perdición: porque ese modo cainita de ser y de entender la realidad nos hace Destructivos y auto Destructivos.
Los oráculos Cristicos nos hablan aún más claro: los males que aquejan al Hombre son efecto y consecuencia de la taxativa maldad del Hombre. No hay intervención divina o de fuerzas supra humanas: son los seres Humanos sus propios sepultureros al no hacer uso recto y sabio de la libertad y de la inteligencia de la cual gozan por Gracia de Dios.
La naturaleza del planeta vivo en el cual habitamos reacciona a su modo y manera ante la agresión voraz de la plaga humana.
2.- Para nosotros, personas en el Camino Espiritual, la muerte es un salto de mutación que sólo prolonga la vida fuera de la Carne y del ciclo de tiempo (temporal) conocido. Con el Cristo Sabio hemos venido a saber que la Ley de Resurrección nos garantiza la justicia de ‘recoger los frutos de nuestra siembra’ y así adquirir ‘nueva vida en concordancia con los logros espirituales que sembremos en esta vida material y carnal’.
La muerte para nosotros no es un drama, no es un asunto que nos haga temer. Sabemos que moriremos a la Carne, y desde nuestra libertad humana nos hacemos al Espíritu para seguir Vivos ahora en ‘Cuerpo Espiritual’. Tampoco vemos ‘castigo’ en la muerte: siendo ésta un salto natural inevitable; el asunto entonces se nos coloca en: ‘cómo vivir’ ‘para qué vivir’ ‘cómo y qué sembramos en este paso por la vida temporal que nos entregue vida y conciencia en la vida posterior’.
Desde esta visión de tranquila observación de la realidad, constatamos cómo la Tribulación se manifiesta ante nuestros ojos y sentidos, y saber, debido a que el Hombre no escucha advertencias, es sordo a las palabras de sabiduría, no entrega autoridad a quienes advierten sobre su perversidad y modo de autodestruirse en modo irracional y carente de toda inteligencia superior.
Pandemias como la actual (corona virus), y otras anteriores, y pestes más locales que han azotado al Ser Humano, todas han sido provocadas por el pésimo manejo del Hombre en relación con su medio ambiente, y han sido consecuencia de la violación de la convivencia armoniosa y ponderada que debe prevalecer en la administración de la vida en este planeta, por parte del Hombre.
Las personas en Coherencia con su vida Espiritual y que aplican sabiduría en su alimentación (nutrición en todo sentido), en su modo de vivir, en su razón de existir, y en su relación social… nada tienen que temer. Basta que no participen de las cosas mundanas que son innecesarias, superfluas, baladí y de pura vana distracción, para que, concentrados en su Fe y en su Orden, estén libres de cualquier mal. Esa es la certeza que nos entrega el Cielo al consultarle por esta hora de Tribulación mundial.
Cristo va más allá: sus santos oráculos nos hablan de que Los Suyos- Las Suyas no sólo nada deben temer, sino que NO deben dejar de ejercer su Vida Espiritual y su Obra entre los Hombres: porque la alianza con Su Dios les resguardará de cualquier plaga o peligro que se cierna sobre el común de los seres.
El paradigma y el formalismo religioso nos dictará entonces que, por pertenecer a una iglesia, o practicar tal ritual, o simplemente ‘creer’ o ‘invocar’ al propósito de nuestra fe ya seremos inmunes a los virus y enfermedades que pululan entre los Hombres. No. La Verdad y la Coherencia Espiritual son las Virtudes que nos dan fortaleza y protección… es un modo de vida, una manera de entender la existencia; es una práctica diaria desde la cual tomamos nuestras decisiones, y adquirimos los puntos claves desde donde nos relacionamos.
Es todo aquello que NOS GOBIERNA, –es ese MODO de AUTO GOBIERNO ESPIRITUAL– lo que nos hace LIBRES de conceptos y concepciones mundanas que, además, nos libera de apegos, y que de paso nos obliga a no crear ni incentivar apegos hacia nosotros: (porque todo Ser debe probarse a sí mismo en Libertad y en su Propia Senda de Vida, pues de otro modo nunca habrá ‘despertar Espiritual’): tales son las bases profundas de la vida y la coherencia Espiritual.
Nada es solamente formal, nada es puramente intelectual, nada es cuestión de estilos y modos mundanos.
La sabiduría del I Ching nos enseña que los ‘Hombres Superiores– Seres- Logrados- son aquellos que libres han alcanzado el Gobierno de Sí mismo porque se han Vencido a Sí mismo, y no aprisionan a otros ni a nadie, sino que con su ejemplo enseñan el Camino de la Libertad que abre las puertas del Cielo’
Ya con motivo del terremoto y maremoto del año 2010 en Chile (cuando otros iguales se verificaban en Asia, en Japón, en Haití) hablábamos de enfrentar estos fenómenos naturales con Visión y con PREPARACIÓN Espiritual. Muchos y muchas, después de pasado el susto de la suscitación, regresaron a sus vidas comunes ajenas a todo empeño por ascender al Camino Medio de la Sabiduría, o renunciaron al Camino de Consagración Cristica… Hoy, –en esta crisis provocada por un Virus que no será el último ni es el más drástico y mortal que conozca esta generación– ni siquiera ha habido inquietud por refugiarse en la fe o en buscar respuestas espirituales como aconteció en reciente pasado a causa de los terremotos. Hoy la reacción es a esconderse, callar, rezar, y tratar de que el Virus no nos toque en lo estrictamente personal. Estamos cada vez menos Espirituales. Sin embargo, igualmente aspectos de la simplicidad de la vida, de la necesaria solidaridad humana, de la absoluta prescindencia del trajín mundano y consumista han recobrado su vigencia en este tiempo de cuarentena: seguramente será un pasaje anecdótico para muchos y muchas; pero tal vez para algunos y algunas sea esta experiencia un punto de inflexión: por lo mismos es que los Caminos Superiores del Espíritu no pueden callar ni deben dejar de mostrarse.
Y este Virus pasará…aunque su máximo efecto aún no ha sido…pero pasará. Y vendrá otro…y otro que será la madre de las pandemias. Y nada se detendrá: porque el Hombre mundano se seguirá negando al Cambio, y el cainita persistirá en su dominio; y los anquilosados paradigmas – a los que no queremos renunciar- continuarán a hundirnos en los esquemas y la miopía. Sin embargo, esta soberbia no debe mermar el empeño Espiritual de los -las Hijos-as de la Luz. Se debe ejercer con Orden y Disciplina con la clara visión de que estamos trabajando para una Causa Superior y para construir nuestra Vida real después de este paso por la Carne.
La seguridad y la tranquilidad de quienes optamos por el Camino Espiritual y sostenemos una íntima y coherente Relación con el Cristo Vivo descansa en nuestro ORDEN. Un Orden emanado de fuentes poderosas que nosotros-as seguimos con DISCIPLINA y profunda Fe. Y sabemos que apenas rompamos ese Orden seguro caeríamos -por opción propia- en el desorden mundano que nos debilitará y nos limitará…y también los efectos que golpean al Mundo tendrán su entrada en nuestra vida.
Para que aquello dañino de lo mundano no acontezca en nuestras vidas es que debemos ceñirnos a nuestra Disciplina Espiritual y profundizar la COHERENCIA con la VERDAD que SOMOS y que nos constriñe a SEMBRAR y COMPARTIR con otros y otras que buscan liberarse del miedo y la incertidumbre en estos Tiempos de Tribulación: en donde aún muchos hechos y situaciones medirán en justa proporción la estupidez y soberbia del imperio cainita que nos influencia y nos somete.
Quienes tengan Luz: no dejen de sembrar Luz en medio de la Tribulación. No teman: será la misma Luz de vuestra coherencia la que los liberará de cualquier mal que ataque y golpee al Mundo. Porque si quienes tienen Luz la guardan en estos días oscuros y de temor: entonces hasta lo que no tienen les será quitado.
Que la Paz sea nuestra proclama, y la osadía para Cambiar y Avanzar sea nuestro sello.
Eso dicen los Oráculos que se hallan abiertos bajo esta Dispensación.
Saludos combativos
Dispensación en Tiempo de Tribulación: Vísperas del advenimiento del Milenio de Paz
16 de marzo 2020
EXHORTACION DE FE
– RESTAURACION ESPIRITUAL de la FE EN CRISTO-
No la obra de Dios es la que se frustra, sino las obras de los Hombres.
No es Cristo quién cae al fallar en la fe: es quién cae de su coherencia de fe aquel-aquella que se aleja de Cristo y reniega de su enseñanza y herencia.
No hay error o negligencia humana que pueda confundirse con pecado: porque el yerro en el humano es parte de su imperfección, pero el pecado es la voluntad de quebrar la fe desde adentro y encubrir la bazofia interna con mantos de hipocresía y engaños.
Arde el templo de piedra y madera: y lo material que se destruye puede ser reconstruido por el Hombre. Sin embargo, al incinerarse la verdad y la coherencia que destruye la fe- y confunde a los rediles por causa de sus perversos pastores-: ¿cómo hará el-la inocente para salvar su fe y desechar al (lo) malévolo?
Ha llegado la hora de asumir la fe en Cristo en propia persona, bajo responsabilidad personal, y comprometerse con la coherencia y la verdad venciéndose incluso a sí mismo.
Ya no más la fe de redil que obedece a otros Hombres: ahora es el tiempo clave para ascender a la fe comprometida con la propia congruencia y la verdad puesta en acción de vida.
Es la hora de la liberación de todo amarre formal, político y mundano de las religiones, y optar por la religiosidad de la Coherencia de Fe; y elegir vivir en concordancia y congruencia con la doctrina que se proclama. O somos aquello que es nuestra fe – y somos exactos según declaramos en nuestra fe– o no somos dignos de decirnos cristianos, Cristicos, seguidores de CristoJesús o parte de la honesta cristiandad que se construye en Cristo.
Han caído las denominaciones; ya nada significa declararse católico, ortodoxo, cristiano-bíblico o descender a particulares formas de entender la propia iglesia.
El Tiempo de Tribulación por el cual transitamos está desnudando verdades ocultas; y secretos antes nunca sabidos y menos imaginables han mostrado su descarnada realidad; las naciones están desorientadas y los vulgares gobiernan con sus antiguos cánticos de discriminación e injusticia en el vano nombre de la justicia y de revoluciones que nunca traerán lo nuevo sino lo oscuro de lo más rancio del pasado.
Y el Hombre en su individualismo y egoísmo ya no postula a la comunidad en su sentido más colectivo y solidario, sino que ha tomado la peligrosa vía descendente de la violencia, la confrontación, las guerras y la separación sectaria con su nefasta mentalidad tribal y cavernaria.
En esta hora crucial el planeta avisa su propio dolor y enfermedad, y se alzan voces anunciando que de seguir por la senda autodestructiva al final toda la humanidad será afectada, dañada y posiblemente diezmada. Pese a la evidencia hay quienes desde el poder y la ambición siguen su obra de saturación e intoxicación global.
¿De qué sirve la fe si el Hombre no se compadece de su propia casa? ¿Qué Ser de inteligencia media y sensibilidad minina destrozaría su propio hogar para saciar su enfermizo ego y codicia? ¿cómo entender la fe mezclada con la indiferencia ante los males que destruyen nuestro propio entorno?
La fe hoy llama a ser vivida en relación con la Vida: y luchar sin medios términos por (para) conservar la vida, y dar a ésta la connotación de paz y de espiritualidad que realmente posee.
Mucho dinero se reúne en horas y en pocos días ante el icono incinerado en una capital central de Europa: una catedral en llamas debiera llamar a reflexión sobre los pecados de las iglesias. Sin embargo, ante la pobreza de millones, de la infancia rota por la guerra y la emigración forzada, no hay fondos que reparen tal azote, ni hay potentados raspando sus ollas de oro para entregarlos a una justa causa: porque en ésta no hay bulla publicitaria que les resalte cuan magnos filántropos del mundo; ante la miseria de millones de seres vulnerables no hay urgencia, no hay emergencia, no hay sentido común de simple humanidad. Si fundiéramos las riquezas de los palacios y catedrales, y juntáramos el diez por ciento de toda la riqueza extrema en el planeta, y redujésemos la industria de la guerra para invertir en ciencia de paz: tendríamos más que suficiente para eliminar el hambre, dar techo a los refugiados, normalizar la emigración, y dar salud y medicina a quienes la necesitan… y sobraría.
Cristo nos llama a la verdad: y nadie que ponga su fe en Cristo puede negar la evidencia y la realidad.
Cristo nos llama a cuidar la infancia y no hacer mal a los niños y niñas – ‘porque a mí lo hacen’ (dice Cristo)– y cualquier nivel de degradación, de abuso, de maldad y daño a la inocencia es una afrenta a Dios, una abierta negación de Cristo, y una burda y abierta traición a la fe. Nadie que abuse de la puericia y candor de un ser humano en la plenitud de su inocencia puede ser asumido como ‘persona de fe en Dios, en Cristo, y en lo Bueno’: porque el (la)pervertido(a) es un (a) hijo(a) del mal, un ser de maldad, una persona cuya fe está puesta en los infiernos y el pecado. Y sobre este aspecto vital nadie puede equivocarse: no hay error en el crimen cometido hacia la santidad de la niñez: hay voluntad de hacer mal, hay bajo instinto movido por un alma tenebrosa, hay decisión de negar a Dios y a Cristo en su propio nombre… ¡blasfemia!
La Tribulación seguirá su inexorable marcha: el combate entre Bien y Mal se encuentra en su momento histórico más agudo y frontal. Los (las) tibios(as) y relativos(as) serán usados y utilizados por el Mal, y vomitados por Dios.
Ya no es hora de titubeos y parcialidades sectarias y utilitarias: hoy es el día en que los seres humanos tomamos partido. Estar con el Bien significa luchar por el Bien Común, la Justicia y la Paz, el progreso y la solidaridad…incluso sacrificando lo propio.
Nunca el Bien –en sentido espiritual– ha significado ‘sólo mi propio bienestar’. Siempre el Bien- para lo espiritual y desde la fe – ha sido el Bienestar de todo Ser Humano sin distinciones y sin discriminaciones.
El Bien rechaza y se aleja de toda violencia y de cualquier manifestación de intolerancia y sentido nefasto de posesión (de una persona sobre otra persona). El Bien se opondrá siempre a todo nivel de esclavitud, sujeción y carencia de libertad. El Bien no acepta la injusticia, la expoliación, y la explotación de seres humanos. El Bien cree en el dialogo, en la unidad en la diversidad, en la convivencia de los contrarios y en la unidad en base a causas comunes.
El Bien se rebela ante la pobreza material y se esmera por sacar de la pobreza espiritual a quienes vagan por el oscurantismo. El Bien siempre abrirá el Saber, la información y la educación a todos por igual pues considera que la Libertad está en la posibilidad de Optar: y nadie opta en la ignorancia.
El Bien es cuna y tierra fértil para la salvaguarda del planeta y la armonía en y con la naturaleza.
Las personas de fe somos seres de Bien; y la fe puesta en firme terreno del Bien exige coherencia, congruencia, verdad y transparencia.
Caída la falacia eclesiástica del sistema mundano: tenemos nuestra fe sin tapujos ante nuestro Dios, con el fin de que sea Dios nuestro Juez.
Quemados los símbolos del pasado y superados los poderes de la mentira y de la hipocresía: ahora somos libres de dependencias embaucadoras, y debemos hacernos responsables de nuestra fe: ahora es el momento de los compromisos de fe para poner por obra la verdad que nos vive.
Los Cristicos hemos vivenciado este proceso de liberación desde hace 28 años. Y sabemos que no es fácil vencer las costumbres religiosas que ensucian y enturbian la fe y no permiten la coherencia que Cristo nos impele desde su Palabra y Enseñanza.
Hemos batallado y no siempre hemos sido victoriosos. Sin embargo, hemos persistido y no hemos dejado de combatir en la fe. Y desde nuestra experiencia básica- y con la humildad que Cristo mandata a Los (Las) – Suyos y Suyas – ponemos al servicio de toda persona cuya fe ha sido depositada en Cristo, (cualquiera sea su denominación u origen eclesiástico, o nunca haya pertenecido a religión alguna), y que necesite la RESTAURACION ESPIRITUAL de la FE EN CRISTO: las jornadas de discernimiento de Fe para Restaurar Espiritualmente nuestra Relación con el Cristo Vivo.
Proponemos: RETIROS de dos días (14 horas efectivas) /por ejemplo: entrada sábado antes de mediodía- salida domingo después de mediodía (tipo 14-15 hrs.)/ O Jornadas en Retiro de 8 horas: todo con el propósito de compartir ORACION y MEDITACIÓN Cristicas, y recibir con amplitud de mente y buena disponibilidad de corazón la Doctrina del Plan de Salvación que nos abre nuevas avenidas para nuestra fe en el Cristo Vivo.
OFRECEMOS: reuniones y conferencias explicativas para concordar la asistencia programada a los Retiros.
¿Qué pedimos?: que las personas interesadas asistan con disposición de paz, con apertura de mente y buen corazón. Que sean personas con fe definida en Cristo. Que abandonen sus banderas eclesiásticas al momento de asistir (pudiendo recogerla después si así lo quieren, o no hacerlo si así lo deciden, y/o pasar por la propia cavilación y discernimiento libre, personal y espiritual todo cuanto escuchado y vivido) y se dispongan a participar con Espíritu y con Espiritualidad.
¿Qué queremos?: compartir una vivencia de años que creemos será realmente luminosa para quienes buscan reforzar su lazo de fe con el Cristo Vivo.
¿Quiénes somos? Una Entidad Cristica, carismática, evangelista y con mirada universal que trabaja en Chile desde 1991. Inscrita en el registro legal (desde el 2001) con Personalidad Jurídica Rol n° 00068. Con sacerdocio debidamente reglamentado. Promotores desde el año 2012 del ‘Movimiento de Fe Cristico’ en cuyos Círculos son abiertos a toda persona de fe en Cristo. Con acción Misionera Territorial en San Fernando; Santiago y zona Metropolitana; Aconcagua; La Serena-Coquimbo; Copiapó-Tierra Amarilla; Iquique; Arica; La Paz (Bolivia); con Acción de Socorro (Hermandad de socorredores y socorredoras) en Santiago, Valparaíso, La Serena-Coquimbo, e Iquique
Interesados-as: asistan a las reuniones y conferencias informativas previas.
Para información y para descarga ‘Manifiesto La Revolución de la Fe’ en: www.elgranfundamento.org
Por este portal se accede a ‘revista oficial del sacerdocio’ y diversos blogs del sacerdocio.
Para reuniones informativas dirigidas (grupos ya constituidos) o solicitar encuentros previos: Correo restauraciondelafeencristo@gmail.com
En, Con y Por Cristo, Dios Salvador
Sacerdocio bajo la Ley de Cristo
(Entidad Carisma, obra sacerdotal para consagración del creyente)