El Bautismo que Cristo entiende y ofrece, une al Ser en pertenencia espiritual a su Divinidad, ya no como creyente sino como su discípulo, dispuesto por convicción y conciencia, a hacer propio los mandamientos y enseñanzas de Dios, llevando a cada aspecto de su vida la sabiduría crística, en modo de vivir como seres nuevos, libres de la cultura y mirada mundana: tabúes, hábitos, costumbres , limitaciones y paradigmas que coartan el desarrollo de la Índole en el Ser. Al mismo tiempo, como bautizados en preparación al Sacerdocio – Poder de Dios para que los hombres hagan parte activa del Plan de Salvación – expandir la Verdad revelada por Cristo en el Evangelio, enseñando el camino espiritual a todo hombre y mujer de fe que reconoce a Cristo como a su Dios, que asume al Espíritu en su Ser, que acepta que la existencia en este mundo tiene la única meta de poner por Obra la Voluntad del Padre y que Cristo tiene la clave para conducirnos hasta esa altura.
El miércoles 20 de Febrero, hemos asistido al Bautismo de dos de nuestros hermanos Crísticos Líderes del Movimiento de Fe del territorio de San Fernando. Estos hermanos han consagrado su vida para seguir en obediencia a su Espíritu bajo la guía del Cristo Vivo, nuestro Dios y Salvador , es decir, han tomado sus votos para morir al pasado y ser gobernados por su Espíritu, adquiriendo Sacerdocio para enseñar al Cristo Vivo, sus principios y preceptos y dar Sacerdocio a todo hombre y mujer de buena voluntad que acepte el camino de Consagración y Sabiduría.
Vivimos momentos de profundo y quieto regocijo, pues la entrega inocente y sincera de estos hermanos, impregnó la atmósfera de la paz que sólo un Alma sumisa al Espíritu Vivo y Activo puede emanar.
Sigamos preparando el Milenio, congregando al pueblo de Cristo, pues nuestro Dios pide un pueblo de Sacerdotes.
¡Bienvenidos hermanos!