El sábado 20 de octubre de este año 2018 se llevó a cabo la Reunión de los -las sacerdotes dirigentes cuya responsabilidad es activar, acrecentar y organizar las múltiples tareas de Consagración que -como Camino Espiritual Cristico, y también en nuestra calidad de Entidad Legal- debemos implementar y mejorar con el firme propósito de levantar, con la Fe de la Certeza, nuestra propuesta de ‘Revolución de la Fe’, y modelar al Nuevo Ser según la imagen de Cristo: la Nueva Persona Cristica.
Las dos instancias orgánicas matrices- La Hermandad de Socorro y La Misión Territorial- presentaron su balance e informe crítico para superar errores y lentitudes, y potenciar la labor que les atañe según sus características.
Ese mismo día, por la mañana, la Hermandad de Socorro realizó su Primera Reunión Anual, la que entregó nuevos desafíos para el año de Servicio que inician. Según los modos particulares de la Hermandad, al final de dicha asamblea se procedió a votar la confianza al vigente ‘Cuerpo de Oficios’ que encabeza y dirige esta orgánica, y se llevó adelante el sufragio, que confirmó al Cuerpo Dirigente actual, y obtuvo la misión de seguir su labor de organización y gestión.
La Hermandad de Socorro lleva adelante su labor de sanación y de socorro ampliamente en Santiago; en La Serena-Coquimbo; y en la ciudad de Iquique y entornos.
La Misión Territorial, por su parte, estuvo representada por el sacerdocio dirigente de Arica-La Paz; Iquique; Copiapó-Tierra Amarilla; La Serena-Coquimbo; Los Andes-San Felipe-Putaendo; Valparaíso; San Fernando; Santiago y sus territorios.
El Sacerdocio Cristico posee dirigentes que en la medida de la capacidad, voluntad y fe de cada responsable ha asumido la gran misión de potenciar el Testimonio Activo y mejorar, refinar y hacer más eficiente la calidad de Construcción de esta Obra de Consagración.
Mientras que la Hermandad expandirá sus Talleres y Acciones de Servicio, la Misión se ha dispuesto acrecentar el Movimiento de Fe Cristico y sus Círculos; todo en aras de la Revolución de la Fe: para que este cambio sea por fin la luz -en medio de este tiempo de Tribulación -que coloque a Cristo Dios en el lugar que corresponde según su potestad y grandeza. Y de este modo vencer la corrupción y el daño ocasionado por las estructuras de la apostasía.