Consagración por Fe en San Fernando.

Compartimos con ustedes la alegría y misticismo que vivimos el día Domingo 05 de septiembre en la Consagración por Fe del Hno. Carlos Hormazábal en San Fernando.
Un consagrado-a por fe es un crístico que se hace por práctica y vivencia espiritual, y que ha asumido en sí mismo las enseñanzas de Cristo como guía de coherencia en su vida. Es un líder, pues en su recorrido y aprendizaje se pone a la cabeza del Movimiento de Fe Crístico para enseñar a otros lo que ha aprendido de Cristo a través de la Oración como diálogo con Dios, la meditación para aquietar cuerpo, mente y emocionalidad en modo de estar receptivo a su Espíritu y por medio del Evangelio investiga la Sabiduría de Cristo para hacerla vivencia cotidiana.

¡Te invitamos a recorrer el camino de tu espíritu bajo la guía directa del Cristo Vivo!

Un paso trascendental

El Bautismo es en verdad el primer paso en la trascendental opción de ser sacerdote de Cristo, para trabajar en y por su Plan. El Movimiento de Fe Cristico es la plataforma desde la cual se inicia el camino espiritual previo a este vital paso. En ese trayecto se fue preparando nuestro hermano Angelo Zevallos en la Misión de Arica y luego de un tiempo de labor en los Círculos Cristicos y de haber sido parte fundamental en el Movimiento como guía de creyentes, este recién pasado 31 de marzo tuvimos la dicha de conducirlo hasta el Bautismo por Aguas y la entrega del Sello de Fuego. Las Líderes y creyentes del Movimiento de Fe en Arica prepararon todo para que este trascendental momento fuera también un grato encuentro de fraternidad.

Servicio en Hospital

 

El Nuevo Sacerdocio de Cristo, es un sacerdocio de servicio, por lo que realizamos asistencia Espiritual a enfermos en diferentes Hospitales a lo largo del país.  

El 23 de Septiembre, el hermano Mario Duran,junto con el cuerpo de presbíteros de Santiago- Aconcagua, integrado por los hermanos Mario Araya y Camila Muñoz Muñoz, en compañía de los hermanos(as) Paz Ojeda, Manuel Verdugo y Carolina Lastra M, aprendices  de presbíteros visitamos el Hospital San Borja Arriaran y llevamos a Cristo por vía del Poder de la Oración a cada hombre y mujer de corazón sinceros que aceptaron recibir al sacerdocio.
En una hora oramos con diez personas, quienes se sintieron en paz y lograron abrir su mirada a una comprensión de la enfermedad mas allá de los síntomas y del dolor físico.
Era tan natural poder mostrar y aclarar que la Fe y la relación con Dios no puede ser desde la costumbre, desde la formalidad o con mentiras, ya que la fe que mueve montañas es la certeza basada en la Verdad que Cristo nos revela y desde la vivencia del espíritu que nos vive.
Con disposición y alegría pudimos una vez más ejercer el poder de la oración, y ver como las personas despertaban a la realidad de la vida, a la simpleza de la relación con Dios desde su inocencia y disposición a revolucionar su Fe en la comprensión que la enfermedad y la muerte son condiciones de este mundo, de esta existencia. La Resurrección que Cristo nos ha concedido nos entrega inmortalidad y Cristo nos enseña que de acuerdo a nuestra coherencia de Fe recibiremos algún tipo de Gloria en el paso por la muerte. Ahora el autoengaño, la mentira, la justificación, el culpar a otros sin ver la responsabilidad que cada uno tiene en los hechos de la vida van mermando, condicionando nuestra calidad de vida espiritual. La reflexión honesta, basada en las enseñanzas de virtud y la corrección a esos males son la fórmula para vivir en la verdad y la paz del Espíritu mirando hacia la vida futura y si la persona cree en Cristo su vara serán los mandamientos y las enseñanzas de Cristo nuestro Salvador, contenidas en el Nuevo Testamento, en el Evangelio.
Después del servicio, solo nos vive el agradecimiento por poder servir a Cristo y llevar este mensaje a los creyentes.